INMUEBLES OCUPADOS.
El fenómeno de la ocupación de inmuebles no es nuevo. Sin embargo, desde hace años vienen produciéndose ocupaciones ilegales de forma creciente. La profunda crisis que padeció nuestro país durante largos años ha sido uno de los factores que las han impulsado, aunque no el único. Otros componentes sociológicos e ideológicos también han contribuido al crecimiento de las ocupaciones, que en algunos casos constituyen para los ocupantes casi un modo de vida. Así, existen auténticos profesionales de la ocupación. Quien tiene la mala fortuna de que le ocupen un inmueble, se enfrenta a varios problemas. Por un lado, la desocupación. Normalmente esto es cuestión de tiempo y gastos jurídicos. Por otro lado, rehabilitar el inmueble, ya que tras su desalojo, el estado en el que se encontrará el inmueble será prácticamente ruinoso, lo que obligará al propietario a realizar una fuerte inversión para revalorizarlo (e incluso para poder usarlo) o a venderlo a precio de saldo.
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